La existencia no permite la
perfección, porque la perfección es muy monótona. Piensa simplemente en lo que
es vivir con una persona perfecta... Después de veinticuatro horas te
suicidarás. ¿Vivir con una persona perfecta? ¿Cómo sería tu vida? Él sería casi
como una estatua de mármol: muerto. Cuando una persona se vuelve perfecta está
muerta. Una persona viva nunca es perfecta, y mi enseñanza tiende básicamente
hacia la totalidad y no hacia la perfección.
Se total y recuerda la
diferencia. El ideal de la perfección dice: “Se de esta manera, sin ira, sin
celos, sin ser posesivo, sin imperfecciones, sin limitaciones”. El ideal de la
totalidad es completamente diferente: si estás enojado, enójate completamente.
Si amas, ama por completo. Si estás triste, entristécete completamente. Nada se
deniega, únicamente lo parcial se tiene que dejar y así una persona se vuelve
hermosa. Una persona total es hermosa. Una persona perfecta está muerta.
No estoy tratando de crear
mahatmas aquí. ¡Ya está bien! Esos mahatmas ya han hecho suficientes tonterías
en el mundo. Necesitamos gente hermosa, floreciente, fluida, vital. Sí, algunas
veces se pondrán tristes, pero ¿qué hay de malo en sentirse triste? Algunas
veces se enojarán, pero ¿qué hay de malo en sentirse enojado de vez en cuando?
Esto simplemente indica que estás vivo, que no eres una cosa muerta, que no
eres un leño a la deriva. Algunas veces peleas, algunas veces lo dejas correr,
tal como cambian los climas: algunas veces está lluvioso y lleno de nubes, otras
veces está soleado y las nubes han desparecido. Además se necesitan todas las
estaciones: la fría, la caliente, el invierno, el verano; todas las estaciones
son necesarias. Y el hombre real, el hombre auténtico tiene todos los climas en
su ser, sólo que con un punto de atención: cualquier cosa que hace, la tendría
que hacer completamente y con plena atención; eso es todo, es suficiente: ahí
tienes una hermosa persona.
Osho